Llevo un par de días dándole vueltas y he decidido escribir sobre mi proceso de In Vitro. En realidad tendría que haber escrito mi proceso de «infertilidad» pero es una palabra que todavía no soy capaz de utilizar y con la que no me identifico porque no me han encontrado una causa.

Hace más de un año y medio que intentamos quedarme embarazada y no ha ocurrido hasta el momento. Hay momentos en los que lo llevo bien y otros en los que he acabado hasta el moño.

Hay momentos en los que he querido poder contarlo en redes pero hay una parte de miedo social, que ya hablaré en otro post sobre ello.

Así que hace unos meses decidimos que ya estaba bien y fuimos a una clínica. Lo primero que voy a decir es que es puto caro. Sí, es caro. Y sí, existe la opción de hacerlo por seguridad social y fui a solicitar información sobre ello y me han «apuntado». Pero la lista puede ser de uno a dos años y el tiempo y la edad corren en nuestra contra. Incluso la médico de la seguridad social me recomendó que empezara por la privada mientras tanto y que si me llegaba el turno, pues entonces aprovechara la opción de la seguridad social.

Fuimos a varios sitios a pedir presupuestos y son variopintos en cuanto a previos. Hubo un sitio que estaba bien, las condiciones estaban bien, pero… la doctora fue una borde de cuidado. La persona que nos atendió después nos lo explicó todo genial y fue la persona más amable del mundo. Si hubiese sido por ella, me hubiese quedado en esa clínica. Pero la doctora fue tan estúpida y seca, que yo no me veía teniendo que hacer consultas con ella o teniendo dudas y que me mirara con cara de «¿Es que acaso eres imbécil?».

Ahora tenemos un sitio donde hemos decidido y donde hemos empezado. Nos han hecho diversas pruebas y todas son correctas, no hay nada raro… Así que seguimos adelante.

Ahora mismo llevo dos semanas tomando anticonceptivos. Sí, anticonceptivos. Parece raro, pero es para controlar completamente el ciclo. Los empecé a tomar el primer día de la menstruación y llevo sangrando desde entonces. No mucho, pero sí llevo teniendo una regla de dos semanas… Un coñazo si me lo permitís. Y llevo unos días donde me siento muy cansada.

La semana que viene tengo una sesión para hacer una revisión y a finales de la semana que viene empezar a pincharme hormonas. Me han hablado tanto de esta fase y de cómo puede afectarte que la verdad es que estoy asustada.

Hace unos años, gracias a Erik, empecé a reconocer las fases de mi ciclo. Hubo un día que lo estaba viendo todo gris y Erik me dijo «¿Te das cuenta que unos días antes de que te tenga que venir todo lo ves gris?». Y no, no me había dado cuenta. Desde ese momento, cada vez que empiezo a verlo todo mal, miro el calendario y me digo «No es real, solo son mis hormonas actuando». Y eso me ha ayudado muchísimo.

Y ahora con el tema de los pinchazos me pregunto: ¿seré capaz de hacer algo similar? ¿Seré capaz de parar, respirar y darme cuenta de que no soy yo sino las hormonas que me estoy inyectando?

Y luego surgen nuevos miedos, como por ejemplo el hecho de que funcione o no a la primera. O hasta dónde estoy dispuesta a llegar.